Estuco, frente, punteado o batik. Puede que estas palabras no le digan nada, pero después de leer el artículo de hoy, definitivamente sabrá qué significan. Hoy nos centraremos en las técnicas decorativas de pintura de interiores. Si vive en su propio apartamento o simplemente alquila un piso cuyo propietario es comprensivo con el diseño de interiores, probablemente esté pensando en el diseño un poco más que en una vivienda temporal. Si se está planteando cómo animar su hogar para que no resulte aburrido, quizás le interese un salón con una fuerte personalidad o una habitación infantil más lúdica. ¿Por qué no nos planteamos algunas de las técnicas alternativas de pintar? ¡Tal vez algunas de ellas le entusiasmen!
Punteado
Comencemos con una técnica que puede manejar usted mismo en casa: el punteado. El punteado imita la apariencia de algunos materiales naturales (como el corcho). Se adapta perfectamente a espacios habitables o dormitorios. Sin embargo, recomendamos no pintar toda la habitación de esta manera, sino únicamente una pared o dos. Esta es la única manera de lograr el efecto sorpresa deseado.
Además, el punteado no es una ciencia, y no necesita comprar otras herramientas que acaben enterradas en el garaje además de otras cosas innecesarias. Aunque existen brochas especiales sin punta, puedes conseguir el efecto adecuado con una esponja, un trapo viejo o espuma.
En cuanto al color, necesitará dos: uno para un fondo más claro y el otro para puntear. Para este método, es recomendable optar por colores neutros o pasteles. ¡Olvídese del verde neón!
La aplicación es relativamente simple. Primero, pinte la pared deseada con un color claro y deje que la base se seque correctamente. La gran ventaja del punteado es que es adecuado para una base lisa y estructurada. Luego tomamos una esponja o paño, que exprimimos en el agua. después lo empapamos en pintura y comenzamos a imprimirlo en la pared. Precaución: no ejerza demasiada presión sobre la esponja, u obstruiría los poros de la pared. Repita este proceso hasta que esté satisfecho con el resultado.
Fronteado
Otra de las técnicas de pintura a conocer es el frente, que funciona con un principio similar. El comienzo es básicamente el mismo que para el punteado y se le aplican las mismas reglas. También necesitaremos dos colores de diferente tonalidad y aplicaremos un color de base que dejaremos secar. Empezaremos pintando la segunda capa, que puede ser más oscura o más clara, con brocha o rodillo. Sobre la pared mojada ponemos un periódico arrugado que luego retiramos. Después de quitar el periódico, veremos cómo la capa inferior y superior se entrelazan, creando un efecto interesante en la pared.
El frente también se puede realizar con ayuda de papel de aluminio. Sin embargo, a diferencia de los periódicos, no se absorbe ningún color. Por tanto, dejamos el film "pegado" en la pared antes de que la pintura empiece a secarse, en ese momento lo despegamos de la base.
Al igual que con el punteado, recomendamos usar el frente solo en una parte del cuadro para que las paredes no nos cansen.
Batik
El batik también sigue técnicas anteriores. Aplicaremos un color diferente a la imprimación ya seca de una manera diferente. Como en el batik clásico, necesitaremos algún trozo de tela. Sin embargo, no lo pintaremos, sino que lo utilizaremos como medio de pintura. Podemos usar cualquier tejido, cuanto más estructurado, más interesantes las formas. Una cortina vieja, pana, encaje o cualquier pieza de tela vieja que esté tirada por tu casa puede ser útil. Sin embargo, asegúrese de que la tela esté hecha de un material natural.
Enrollamos la tela en un rodillo, la empapamos de pintura (no olvide exprimir el exceso de pintura para que no se escurra por la pared) y luego enrollamos el trapo lo más uniformemente posible a lo largo de la pared de abajo hacia arriba o en cualquier dirección a lo largo de la pared. Asegúrese de distribuir la pintura de manera uniforme para que no haya lugares donde haya demasiada o muy poca pintura. Y por último, pero no menos importante, es más fácil tener a alguien que pase un trapo por la pared con usted. ¡Invite a sus seres queridos a una tarde de colores!
Veteado
Otra forma de revivir las paredes es el método de veteado (a veces apodado peinado). Para algunos, el efecto resultante se asemeja a una tela. Además, puede manejar esta técnica usted mismo. Todo el truco consiste en comenzar a cavar líneas finas en la pintura aún húmeda con las cerdas duras de un pincel. Tenga cuidado de rayar las ranuras de una sola vez. Las líneas discontinuas no se ven bien.
Plantillas
La última técnica, que también es adecuada para pintores aficionados, es el uso de plantillas y patrones. Puede crear varios patrones geométricos, ya sean simples o más complejos, con la ayuda de cinta para pintar. Además, este método es muy lúdico, por lo que si tiene niños, también puedes involucrarlos en la pintura. Con su ayuda, también puede crear una variedad de impresoras, que luego puede imprimir en cualquier lugar de la pared que desee. Con esta técnica, puede decorar, por ejemplo, una habitación infantil, ¡lo que fomenta directamente el juego!
De forma más sofisticada, existen plantillas especialmente creadas para pintar, que se compran en cualquier tienda de bricolaje. Estas plantillas, o patrones, tienen varios puntos de unión para ayudarlo a seguir el patrón en la pared. Si es más hábil, puede intentar jugar con más colores. Necesitará muestras separadas para cada color, pero el resultado será aún más interesante.
Estuco veneciano y marroquí
Al final de este artículo, hablemos de estuco y la imitación de estuco. Esta técnica es realmente para profesionales expertos y solo unos pocos aficionados se atreven a hacerlo. Si todavía está interesado en el estuco, le recomendamos que lo deje en manos de expertos. Pero, ¿qué es el estuco?
El estucado se utiliza en estancias donde existen paredes de diferentes materiales porque permite unificar ópticamente su aspecto. Es adecuado para prácticamente cualquier tipo de base; no sólo es adecuada la mampostería, sino también los paneles de hormigón, el yeso y también el aglomerado. El resultado es un acabado suave y brillante que parece mármol.
Reconocemos dos tipos, ambos son técnicas muy lujosas que son adecuadas para espacios más representativos o más grandes. El estuco veneciano, que se utilizaba en la Venecia medieval, también se puede utilizar en zonas con mayor humedad, que soporta por sus propiedades. Otras características, que seguramente apreciará, incluyen una superficie lavable y libre de mantenimiento. La apariencia y las características realmente se asemejan al mármol. La única diferencia entre el estuco veneciano y el mármol es que el estuco no tiene juntas.
El estuco marroquí es muy similar al veneciano. Sin embargo, es un poco más sofisticado y duradero. Puedes usarlo en el baño o directamente en la ducha. En el pasado, se usaba en balnearios. Adquirió estas cualidades ya que al final se sigue alisando con piedra, cosa que no ocurre con el estuco veneciano.