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Cómo aplicar pintura satinada: Guía paso a paso

Santiago Erice Ramos

La pintura satinada es una opción ideal para quienes buscan un acabado elegante y resistente. Su leve brillo ofrece un equilibrio perfecto entre lo mate y lo brillante, aportando un toque sofisticado a cualquier espacio. Si bien puede parecer un proceso complicado, aplicar pintura satinada es sencillo si sigues los pasos correctos. En este artículo, te explicamos cómo preparar la superficie, aplicar la pintura y obtener un acabado profesional.


¿Qué es la pintura satinada?

La pintura satinada es conocida por su acabado ligeramente brillante, que refleja la luz de forma sutil y uniforme. Este tipo de pintura es perfecto para áreas de alto tráfico, como cocinas, baños y pasillos, gracias a su durabilidad y fácil limpieza. Además, su textura suave disimula pequeñas imperfecciones en las paredes, lo que la convierte en una de las opciones favoritas para proyectos de decoración.


Si te preguntas si la pintura satinada tiene brillo, la respuesta es sí, pero es un brillo moderado que no resulta abrumador, lo que la hace adecuada tanto para interiores como exteriores. Si quieres saber más sobre pintura para interiores y exteriores consulta nuestro artículo Tipos de pintura para interiores y exteriores: ¿Cuál elegir?.


Pero en resumen, la pintura satinada ofrece:

  • Durabilidad. Resiste el desgaste en áreas de uso frecuente.

  • Fácil limpieza. Basta con pasar un paño húmedo para eliminar manchas o suciedad.

  • Estética elegante. Su acabado brillante aporta un toque moderno y sofisticado.

Pintura satinada naranja preparada para pintar

Paso 1: Reunir los materiales necesarios

Antes de comenzar a pintar, asegúrate de contar con los siguientes materiales:


  • Pintura satinada. Elige una marca de calidad y el color que mejor se adapte a tu espacio.

  • Rodillo y brochas. Utiliza herramientas de buena calidad para lograr un acabado uniforme.

  • Cinta de pintor y plásticos protectores. Para proteger los bordes, interruptores y el suelo.

  • Papel de lija. De grano fino para suavizar la superficie antes de pintar.

  • Imprimación. Especialmente si trabajas sobre una pared previamente pintada o con manchas difíciles.

  • Escalera. Para llegar a zonas altas sin esfuerzo.


Paso 2: Preparar la superficie

La clave para un acabado impecable radica en la preparación. Sigue estos pasos antes de aplicar la pintura: Lo primero es, por supuesto, limpiar la superficie. Lo mejor es usar un paño húmedo y un detergente suave para eliminar polvo, grasa o suciedad acumulada, dejando después que la superficie se seque completamente. Después de esto lija las imperfecciones ya que si hay grietas o irregularidades lo mejor es lijar suavemente para alisar la pared, aunque si hay grietas más profundas has de aplicar masilla, dejarla secar y posteriormente lijar suavemente. Si tienes dudas sobre el alisado puedes consultar el artículo Alisar paredes: El secreto para un acabado perfecto. Para acabar de preparar la superficie debes proteger las áreas circundantes usando una cinta de pintor para cubrir los marcos de puertas, ventanas, zócalos y cualquier otra área que no desees pintar. Además de colocar plásticos protectores en suelo y muebles. 


Paso 3: Aplicar la pintura satinada

Ahora que la superficie está lista, es momento de pintar: para empezar aplica una capa de imprimación. Este paso es crucial si la pared tiene manchas, colores oscuros o parches. La imprimación ayuda a que la pintura satinada se adhiera mejor y garantiza un color uniforme. Después se recomienda empezar por los bordes utilizando una brocha para bordes, esquinas y detalles que el rodillo no puede alcanzar. Usa un rodillo para áreas grandes, sumergiendo el rodillo en la bandeja de pintura y eliminando el exceso para evitar gotas, aplicando la pintura en movimientos uniformes de arriba hacia abajo. Otra recomendación seria dar dos capas. Una vez que la primera esté seca (consulta las instrucciones del fabricante), aplica la segunda capa para obtener un resultado perfecto, como hacemos en Adam Pintores.

trabajo de pintura satinada acabado

Paso 4: Detalles y limpieza

Una vez finalizado el trabajo de pintura toca ir a los detalles y la limpieza. Para ello empezamos revisando las áreas pintadas para, sí notamos manchas o zonas con poca pintura, poder realizar retoques con una brocha pequeña. Después de este paso deberás retirar la cinta de pintor, es muy importante que lo hagas antes de que la pintura se seque por completo para evitar así que se levante la pintura recién aplicada. Por último, limpia tus herramientas. Lava tus rodillos y brochas con agua tibia y jabón si usaste pintura a base de agua. 


En resumen, las ventajas que la pintura satinada ofrece son:


  • Durabilidad. Resiste el desgaste en áreas de uso frecuente.

  • Fácil limpieza. Basta con pasar un paño húmedo para eliminar manchas o suciedad.

  • Estética elegante. Su acabado brillante aporta un toque moderno y sofisticado.


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