Cómo elegir el tono de pintura adecuado según la luz en cada habitación
- Santiago Erice Ramos
- hace 3 días
- 2 Min. de lectura
Elegir un color de pintura parece sencillo, pero en realidad es una de las decisiones más importantes en la decoración. El mismo tono puede cambiar radicalmente dependiendo de la orientación de la habitación, de la cantidad de luz natural y del tipo de iluminación artificial. Comprender cómo influye la luz en los colores te ayudará a evitar decepciones y a crear un ambiente armonioso.
La influencia de la luz natural
Habitaciones orientadas al norte: reciben menos luz directa, por lo que los tonos fríos pueden verse aún más apagados. Lo ideal es optar por colores cálidos y suaves como beige, marfil, melocotón o tonos tierra.
Habitaciones orientadas al sur: tienen abundante luz natural durante el día. Aquí los colores intensos como el azul profundo o el verde esmeralda se ven vibrantes sin oscurecer demasiado la estancia.
Habitaciones orientadas al este: reciben luz fresca y brillante por la mañana. Funcionan bien con tonos neutros, azules suaves o verdes claros que realzan la luminosidad.
Habitaciones orientadas al oeste: reciben luz cálida por la tarde, lo que intensifica los colores cálidos como terracota, naranja o dorado.
La influencia de la luz artificial
La iluminación artificial también transforma la percepción del color:
Bombillas cálidas (amarillas): potencian los tonos beige, marrones o rojos, pero pueden distorsionar azules y grises.
Bombillas frías (blancas/LED): realzan colores frescos como el azul, verde o gris, pero pueden hacer que los tonos cálidos se vean apagados.
Luz neutra: es la más equilibrada y cercana a la luz natural. Ideal para apreciar los colores tal como son.
Consejos prácticos antes de decidir
Prueba muestras directamente en la pared. Pinta pequeños rectángulos en diferentes rincones de la habitación.
Observa el color a distintas horas del día. La luz matinal, de mediodía y de tarde puede cambiar mucho la percepción.
Combina con el mobiliario. Asegúrate de que el tono elegido se lleve bien con suelos, cortinas y muebles.
Menos es más. Si dudas, opta por tonos neutros y juega con los detalles decorativos para dar color.
El color de las paredes no es solo una elección estética, es una herramienta para crear sensaciones. Un mismo gris puede resultar frío en un dormitorio norteño y sofisticado en un salón con luz sur. Por eso, conocer cómo influye la luz en los colores es la clave para acertar y lograr un espacio que te haga sentir cómodo todos los días.
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