A veces ocurre que después de largas jornadas llegas a casa y piensas que ya no es lo mismo. Estás aburrido de tu interior y sabes que necesitas animarlo con algo nuevo. Pero no necesariamente quieres gastarte dinero en muebles y accesorios nuevos, así que te preguntas ¿qué otra cosa podría cambiar la sensación general y dar el efecto sorpresa adecuado? La solución más sencilla y radical es cambiar el aspecto de las paredes. Hay varias formas de adaptarlas a tus ideas. Hoy hablaremos de dos de ellas: pintar y empapelar. Seguro que tú también te has enfrentado alguna vez a este dilema: ¿cuál es realmente mejor? Cada uno tiene sus ventajas y sus inconvenientes, así que vamos a discutirlos juntos.
Una apuesta segura: la pintura
No puedes equivocarte con una nueva capa de pintura porque es simplemente una apuesta segura. En nuestra página web pintamos habitaciones con regularidad, por lo que no es necesario entrar en detalles sobre cómo hacerlo. Por ejemplo, puedes leer nuestro artículo Cómo prepararte para pintar habitaciones, que habla de todo lo que necesitas organizar durante y antes de la pintura propiamente dicha. En este artículo, insistimos mucho en que protejas bien los muebles. Al fin y al cabo, pintar es literalmente un trabajo sucio y probablemente ninguno de nosotros quiera estropear el resto de nuestro interior.
Sin embargo, podemos resumir brevemente lo más importante que debemos saber sobre la pintura para decidir cuál de las opciones (pintar o empapelar) es la que más nos conviene.
La pintura es, sin duda, la opción más barata que puede hacer usted mismo con un poco de habilidad. El coste de los materiales, incluso en estos días en los que los materiales de construcción suelen ser más caros, no es asombroso. Por supuesto, hay varios tipos de pintura, pero incluso la más cara (y, por tanto, la de mejor calidad) puede compararse al coste de empapelar con el papel pintado de papel más barato. E incluso si decide recurrir a pintores profesionales (como los que tenemos en Adam), el coste total sigue siendo razonable y, desde luego, no es liquidable.
Otra gran ventaja es la variación de color y la compatibilidad. No importa qué color o combinación de colores se te ocurra, ¡puedes estar seguro de que encontrarás exactamente el tono que deseas en una de las muestras!
¿Papel pintado de papel, lana o vinilo?
El término papel pintado puede evocarle emociones negativas. En el pasado, el papel pintado se utilizaba mucho en todas partes, y puede que solo recuerde los restos horteras que quedaban en tu cabaña familiar en la montaña. Sin embargo, tras su gran decadencia, empezó a remontar, y con la tecnología moderna llegaron nuevos métodos y posibilidades que nuestros abuelos probablemente nunca soñaron. Han aparecido en el mercado toda clase de papeles, y además de los clásicos, ahora podemos elegir entre una gran variedad de otros, como los de lana, tela o incluso papel pintado de caña.
Pero vayamos por partes. Para empezar, lo más importante es pensar detenidamente cómo es realmente la habitación que queremos empapelar. En el pasado, era inimaginable empapelar un cuarto de baño o una cocina, por ejemplo. Sin embargo, con las comodidades actuales, incluso esto es posible, ya que existen papeles pintados vinílicos que soportan humedades en estas estancias. Además, el papel pintado vinílico es muy fácil de mantener, por lo que también es adecuado para las habitaciones infantiles, en las que es de esperar que los niños den mucho trabajo a las paredes (empapeladas o pintadas).
Además, los papeles pintados de lana son muy populares. Son mucho más fáciles de colocar, ya que no requieren la aplicación de adhesivo sobre el papel pintado. Además, son fácilmente lavables y pueden tener un acabado fino. Su gran ventaja es el aislamiento térmico parcial. Sin embargo, también hay que tener en cuenta el estado de las paredes bajo el propio papel pintado. Estas son muy susceptibles a la planitud y lisura del soporte. En caso de desnivel, habrá que tratar la superficie con una rasqueta, lo que se reflejará en el coste total.
Un gran éxito en los últimos años son los llamados papeles pintados fotográficos. Se producen tanto en papel pintado de lana como en papel pintado de papel antiguo. Además, algunas empresas ofrecen la producción de papeles pintados basados en tus fotografías. Pero ten cuidado con este tipo de decoración, ¡nadie quiere paredes horteras! El papel pintado es sin duda una opción más limpia que la pintura. Además, su aplicación es mucho más rápida. Pero ahí acaba la lista de ventajas. El papel pintado no es precisamente lo más barato. Por término medio, se pagan unas unos 10 euros por metro cuadrado empapelado. El precio del empapelado depende de la calidad, pero también del dibujo del papel pintado. Tenga en cuenta también el posible tratamiento de la superficie, que puede repercutir en el coste total. Además, si decides empapelar tú mismo, es más complicado que pintar, por ejemplo. Y te aseguro que experimentar con algo tan caro no sale precisamente rentable.
Final countdown
¿Qué es mejor, pintar o empapelar? Por supuesto, no hay una respuesta correcta y depende totalmente de tus preferencias. Pintar es más barato y, sin duda, más fiable. Además, puedes elegir entre diversas técnicas de pintura decorativa. Empapelar es sencillamente más caro y también es más probable que no pueda hacerlo usted mismo. Si quieres al menos experimentar, puedes probar a combinar los dos métodos. No tienes por qué empapelar toda la habitación, sino solo una pared o parte de ella. Es un buen compromiso entre asequibilidad y un cambio mayor.
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