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Redacción

¿Qué materiales necesitas para pintar tú mismo?

Cuando se trata de pintar, no basta con tener una brocha y algo de pintura. Hay muchas otras herramientas y suministros que debes adquirir si deseas realizar el trabajo por tu cuenta. En nuestro artículo anterior, hablamos de los pasos necesarios para preparar un proyecto de pintura y de cómo hacerlo. Hoy veremos las distintas herramientas que necesitarás y para qué se utilizan. A menos que esté pensando en convertirse en pintor profesional, puede que no le merezca la pena invertir en un montón de equipo nuevo para un proyecto que sólo realiza cada pocos años. En estos casos, lo mejor es contratar a un profesional.


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Preparación minuciosa.

Antes incluso de coger una brocha, hay mucho trabajo de preparación para pintar una habitación. Aquí es donde resultan útiles los distintos materiales de recubrimiento, ya que facilitan la limpieza después de pintar y protegen nuestros muebles y suelos de las manchas. Hay varios tipos de lonas y láminas para elegir, que se diferencian principalmente por su grosor.


También puedes utilizar una lona más gruesa para una mayor protección, sobre todo en zonas propensas a sufrir daños, como los umbrales de las puertas o zonas del suelo. Sin embargo, ten en cuenta que este tipo de material puede ser más caro. Además de los materiales de recubrimiento, también necesitarás la clásica cinta de papel de pintor. Esto no sólo mantendrá todos los materiales de recubrimiento en su sitio, sino que también protegerá los enchufes y las tuberías de los radiadores.


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Para cortar y manipular los materiales de revestimiento, puedes utilizar unas tijeras normales. Sin embargo, si deseas una herramienta de mayor calidad, puedes considerar la posibilidad de invertir en una cuchilla para pladur, que puede ser especialmente útil cuando se trabaja con materiales más gruesos, como el vellón de recubrimiento.


Un último consejo: cuando cubras ventanas, no olvides proteger también los cristales. Puedes utilizar los mismos tipos de láminas de recubrimiento mencionados anteriormente o probar a utilizar cartón o papel. De este modo, te asegurarás de no encontrar ni la más mínima salpicadura de pintura en las ventanas una vez terminado el trabajo, arruinando la vista.


Deshazte de la pintura vieja

Una vez que te hayas asegurado de que todo lo que pueda ensuciarse durante el proceso de pintura esté cubierto, es hora de ocuparse de las paredes. Pero antes de empezar a aplicar la pintura, tenemos que asegurarnos de que se adhiere bien a las paredes. Esto implica raspar las paredes para eliminar cualquier imperfección, limpiar rozaduras, desniveles e imprimar. Estos pasos garantizarán que la pintura se aplique sin problemas y dure más en las paredes.


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¿Qué hacer con las superficies irregulares?

Para raspar las paredes, necesitarás un rodillo de pintura grande con un mango largo (telescópico o normal). Esto también te resultará útil a la hora de pintar. Puedes comprobar si es necesario rascar las paredes pasando un rodillo húmedo por encima: si la pintura empieza a desprenderse, es hora de rascar. También puedes utilizar el rodillo para humedecer el sustrato antes de rascar. Para ello, necesitarás un rascador de pintura, que no debería costar más de unos pocos euros. Después de rascar, tendrás que lavar el yeso para eliminar cualquier resto. Con un cepillo redondo corto clásico bastará, y no es necesario invertir en un fieltro de albañil, que suelen utilizar los profesionales.


Después de raspar bien las paredes, hay que rellenar los desniveles acumulados a lo largo de los años. La herramienta clave para este trabajo es una llana, que utilizarás para aplicar el compuesto alisador que elijas. Las llanas son una inversión relativamente barata.


En cuanto a qué utilizar para rellenar los agujeros, depende del tamaño y el alcance de los daños en las paredes. Si el desgaste es importante, puedes plantearte utilizar yeso. Sin embargo, ten en cuenta que el yeso puede ser difícil de trabajar si no lo conoce. Una alternativa es utilizar una masilla para interiores ya preparada, que es fácil de usar y puede reparar incluso pequeños arañazos y abolladuras. Otra opción es un sellador en polvo, algo más barato pero que requiere una aplicación cuidadosa. Otra opción es la masilla acrílica, que es fácil de aplicar y viene en envases más pequeños que la hacen más asequible en comparación con el yeso o la masilla en polvo.


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Por último, pero no por ello menos importante: ¡la imprimación!

Después de hacer los ajustes necesarios en las paredes, acabarás con una mezcla de materiales que hay que unificar. Aquí es donde resulta útil la imprimación. No sólo ayuda a que la pintura cubra uniformemente, sino que también aumenta la adherencia de otros revestimientos. Además, la imprimación es una gran medida preventiva contra el moho, especialmente en las habitaciones más propensas a la humedad.


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Además de la imprimación, necesitarás un rodillo de pintura y una brocha. Ya debes tener esto de los pasos anteriores. También necesitarás pinceles adicionales para aplicar la imprimación, que luego puedes utilizar para la pintura real. Considera la posibilidad de comprar una brocha más pequeña para los detalles más finos y una brocha de esquina para las zonas de difícil acceso.


Que empiece la pintura

En nuestro artículo anterior sobre los errores más comunes al pintar ya hemos hablado con detalle de cuándo utilizar una brocha y cuándo un rodillo. La lección más importante es que necesitas ambos. Te recomendamos que adquieras un juego de brochas y rodillos que incluya una bandeja de pintura y una rasqueta para que la pintura se extienda uniformemente por las paredes. También puedes pensar en un caballete de pintura, a menos que tengas un rodillo con mango largo.


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No te molestes en utilizar un rodillo y una bandeja de pintura, ¡deja el trabajo a los profesionales!

En cuanto a la elección de la pintura en sí, depende de tus preferencias y del tono que tengas en mente. Suele ser una buena idea consultar con expertos en una tienda especializada, ya que hay muchos tipos de pintura con distintas composiciones y propiedades que pueden resultar confusas para los no expertos. Los expertos podrán ayudarte a elegir pinturas de alta calidad y buena cubrición.


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